1/7/09

El sifón me rompió el corazón

Me encantan los sifones de soda, son más un juguete que un envase. La soda en si no me cabe tanto, pero la tomo solo para usar el sifón. Abro la heladera de la oficina y ahí están, en grupos de dos o tres, expectantes listos para el momento intimo que compartimos cuando elijo uno de ellos y llego al equivalente mañanerotrabajil del nirvana: SHHHFFFFSSSSSSSssssssblupblipbli
Incomparable
o lo era hasta que...
Hoy a la mañana nuestro idilio entró en crisis cuando un chorro hizo ola tsunami contra el vaso y me empapó de cabeza a pies (porque fue en ese orden). Me quedé ahí, apoyada contra la pared de la cocina fría con chiflete, goteando despacito, como si me hubiera pegado una cachetada. En código sifón eso fue un : no sé cómo decírtelo pero... no te quiero más... no soy yo, sos vos.

Auch

1 comentario:

Dante dijo...

yo creo que fue un chiste inocente de parte del sifón
digo, después de todo es aguita