Bajamos del colectivo y en ese momento, los que se subían, dejaron caer un ramillete de cinco globos amarillos, y yo no pude resistir la tentación de llevármelos a pasear un rato. Él no dijo nada y me agarró la mano un poco más fuerte, por ésas cosas me quiere y por eso lo quiero yo.
28/9/09
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2 comentarios:
ajaja eso verdaderamente paso?
todos tenemos ese niño adentro con debilidad por los globos... no se sabe porque pero no se puede resistir
sí, pasó, eran muy muy lindos, cuando llegamos a casa los até en un poste de luz y a la mañana siguiente no estaban , así que sospecho que alguien más se tentó y los llevó .
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