Primero dejé de comer productos kraft, adiós a las oreo, los milka, la tita, la rodhesia y los pepitos.
Ahora, después de la aparición de esa cosa por todos lados: nada de fel-fort . No al marroc, no al jack, no al feeling. Con sólo pensar que uno de mis centavos le paga la nafta del auto, se me revuelve la panza.
Se viene una investigación a fondo de Arcor y Costa, para llegar recontra potra al verano.
Lo único que faltaría es que el señor que hace los sánguches de crudo y queso de enfrente de la ofi tenga un oscuro secreto para descubrir...
Foto: Vyal_Pixie